¿Cómo relajar a un niño?

Si el niño es muy pequeño, habrá que enseñarle a relajarse como si fuera un juego y habrá que adaptar el lenguaje a su edad. Los padres, o cualquier otra persona adulta, pueden ayudar palpando las zonas del cuerpo que van enumerando. Ofrecemos un texto indicativo para niños de alrededor de siete años:
• Ahora vamos a hacer una experiencia que te va a resultar muy agradable. Tienes que ayudarme para que el experimento nos salga muy bien. Tiéndete sobre la espalda y cierra los ojos. Estate muy tranquilo, muy tranquilo, y a ver si eres capaz de no moverte en todo el rato. Escucha mi voz y concéntrate en las partes del cuerpo que yo te voy señalando. Verás qué agradable va a ser la experiencia. Respira por la nariz. Muy bien, sigue respirando así, tranquilamente y por la nariz. Lo estás haciendo muy bien. Ahora piensa en los pies y las piernas. Siente los pies y las piernas. Se aflojan, se relajan; siéntelos flojos, están muy flojos, relajados, más y más relajados, más y más relajados. Los músculos de los pies y de las piernas se sueltan, se aflojan, como los de un muñeco de trapo. Se sueltan y te pesan, están muy sueltos y pesan. Muy bien, lo estás haciendo muy bien. Sigue así, tranquilito y relajado. Ahora siente el estómago y el pecho. También sientes que se aflojan, que están más y más sueltos, relajados, relajados, relajados. Cada vez te sientes más relajado y agradablemente pesado. Estás muy a gusto, muy a gusto. Ahora concéntrate en la espalda, los brazos y los hombros. ¿Verdad que puedes hacerlo? Claro que sí. Siente cómo se aflojan también todos los músculos de la espalda, los brazos y los hombros; están más y más relajados, más y más relajados, más y más relajados. Todo va muy bien. Estás sintiéndote muy a gusto y tranquilo. También se relajan los músculos del cuello. Siente cómo se ablandan; están flojos, blandos y suaves. Muy bien. Ahora llegamos a la cara. La mandíbula está relajada; los labios, sueltos y blandos; las mejillas, flojas y abandonadas; los párpados y el entrecejo, muy relajados, muy relajados. Todo tu cuerpo se encuentra tranquilo, relajado, muy a gusto; tranquilo, relajado, muy a gusto. Cada día que hagamos esta experiencia te vas a sentir mejor, más tranquilo y contento, más tranquilo y contento, más tranquilo y contento. Lo has hecho muy bien. Ahora, respira profundamente, varias veces. Mueve lentamente las manos, los pies, las piernas, los brazos, la cabeza. Muy bien, muy bien.