Introducción al masaje tántrico
El masaje tántrico es en sí la práctica del Tantra.
Un masaje tántrico deberá ser llevado a cabo en un entorno que sea favorable para recibir y proporcionar placer, con total privacidad y aislándose completamente la habitación del mundo exterior. Es también importante que la superficie sobre la que se dé sea un colchón o tatami cómodo con sábanas limpias. Se pueden utilizar toallas enrolladas para partes como el cuello o las rodillas.
Para el masaje Tantra sólamente necesitaremos aceite de buena calidad y una atmósfera íntima, a poder ser con incienso, música relajante y luz ténue.
La terapia tantrica se inicia con el receptor boca-abajo, con un suave masaje en los pies que después continuará por el cuello y los hombros. De esta forma conseguimos la liberación de energía necesaria para la relajación del paciente.
Más tarde se procederá al masaje sobre la espalda media, glúteos y parte interior de los muslos, pero sin emplear la fuerza necesaria en un tipo de masaje clásico. Se sugieren pases ligeros sobre los órganos genitales y/o zona anal para estimular la energía sexual de estas zonas.
A continuación el paciente debe girarse para proceder a trabajar con la parte delantera. El objetivo del masaje tántrico es llevar al paciente a un estado total de relajación para después poder comunicarnos mejor en todos los planos, incluido el sexual. Esto se realiza liberando los centros de energía (chakras) y preparando la mente y el cuerpo para obtener placer a través del sexo.